Mover el correo de un lugar a otro es la función principal de cualquier sistema postal. La compleja red de transporte que une esos lugares se basa en mapas para ayudar en la selección de rutas y para garantizar y acelerar la comunicación. Desde finales del siglo XVIII, la oficina de correos ha encargado cartógrafos para dibujar mapas con este fin. Estos mapas han sido fundamentales para el transporte postal a nivel local, nacional y mundial.
Los mapas continúan ayudando a los funcionarios postales a determinar las mejores rutas entre ubicaciones según la topografía y los centros de población. Informan la reorganización de las rutas de transporte para llegar a ciudades en crecimiento o suburbios florecientes. Ayudan a los funcionarios a planificar la asignación de recursos potenciales mediante el seguimiento de los cambios y crecimientos de la población.
Nancy A. Pope, Museo Postal Nacional y Lynn Heidelbaugh, Museo Postal Nacional
