“La alfarería es un proceso sagrado. Las vasijas de barro contienen bendiciones para el sustento físico, espiritual y emocional. Ya sea que estén hechos para la venta, para uso religioso o utilitario, los alfareros imbuyen su trabajo con energía, espíritu y amor”.
—La Galería Buchsbaum de Cerámica del Sudoeste, Museo de Artes y Cultura Indígenas, Santa Fe, Nuevo México.
Durante siglos, las naciones indígenas Pueblo del suroeste de Estados Unidos han sido reconocidas por su habilidad como alfareros. Después de recolectar la arcilla sagrada de la tierra circundante y los fragmentos de vasijas viejas rotas ahora para convertirse en el temple fortalecedor, la arcilla se empapa, se enrolla y enrolla para hacer una vasija nueva. Las plantas locales proporcionan las pinturas y tintes, e incluso los pinceles necesarios. Las ollas se pulen y se cuecen, a veces en antiguos hornos de adobe al aire libre. Todos estos procesos reúnen lo antiguo y lo nuevo dentro de un recipiente de recuerdo presente.
Este bloque de cuatro sellos fue el primero de la serie American Folk Art. El diseñador Ford Ruthling, un pintor nacido en Nuevo México que ha estudiado extensamente la cultura indígena Pueblo, destacó los logros artísticos de los pueblos Pueblo.