Además de brindar entretenimiento, las muñecas nativas sirvieron para educar a los niños nativos presentándoles las tradiciones orales y la vestimenta ceremonial. A finales del siglo XIX surgió un mercado turístico y coleccionista de estas muñecas, que proporcionó ingresos a las familias nativas. Una muñeca con detalles intrincados, como el ejemplo que aparece en el sello, habría sido muy apreciada.
La muñeca está vestida con ropa que se parece a la de un adulto, con un chal con flecos. El cuero probablemente sea de alce, cimarrón o ciervo, lo que proporciona un cuero más suave y fino, más adecuado para un juguete infantil. La cabeza es de algodón o muselina de algodón con la cara pintada. Las cuentas de cristal y los abalorios utilizados en la decoración representan la asimilación de los productos comerciales europeos a la artesanía tradicional.
Los sellos Muñecas Americanas Clásicas se emitieron el 28 de julio de 1997 en Anaheim, California.