Como nación fundada sobre los ideales de la democracia y las libertades personales, Estados Unidos ha estado involucrado en conflictos para defender estos derechos tanto en el país como en el extranjero. Durante estos conflictos, los estadounidenses, tanto soldados como civiles, consideraron la bandera como un icono de esperanza y una encarnación de los ideales estadounidenses de justicia y libertad. Con cada conflicto, la importancia de la bandera estadounidense creció. Durante la Guerra Revolucionaria, la bandera sirvió principalmente como estandarte; desde la Guerra Civil, la bandera se ha mantenido como un emblema de fuerza y unidad; y la Segunda Guerra Mundial lo consolidaron como un símbolo de libertad.
En 1866, Waterloo, Nueva York, celebró un "Día de los Caídos" para recordar y honrar a los soldados que murieron en la Guerra Civil. Este evento marcó el primer Día de los Caídos registrado y Waterloo se considera el lugar de nacimiento de este día nacional de conmemoración. Cada año, en el Día de los Caídos, ahora un feriado federal, los estadounidenses recuerdan a aquellos que han muerto sirviendo a la nación con actividades adornadas con banderas estadounidenses.
El 30 de mayo de 1991, el 125 aniversario del primer "día de los caídos", el Servicio Postal de los Estados Unidos emitió el sello Banderas en Desfile para conmemorar el nacimiento del Día de los Caídos. Los sellos con banderas habían sido populares, por lo que los diseñadores del sello optaron por representar la bandera de una manera nueva. Se tomó la decisión de representar tres banderas ondeando al viento. Luego se modificó el diseño para mostrar las tres banderas como si estuvieran pasando en un desfile, poniéndose firmes. Aunque no hay un vínculo de aniversario específico marcado en el sello en sí, el Director General de Correos consideró que era un tributo adecuado al Día de los Caídos al tener la ceremonia del primer día y el matasellos en Waterloo.