Los nuevos residentes del área de los Everglades comenzaron a desviar el flujo de agua hacia el sur desde la fuente del Everglade, el lago Okeechobee, en un esfuerzo por frenar las inundaciones y proporcionar agua e irrigación a una población en crecimiento. Sin embargo, este desvío tuvo consecuencias no deseadas, ya que el agua se retiró de la región y los hábitats de muchas aves y peces disminuyeron. El agua salada comenzó a fluir más hacia el pantano que nunca y la contaminación de las nuevas ciudades perjudicó la calidad del agua. A pesar de estos contratiempos, los recientes esfuerzos de preservación y los límites en el desvío general de agua han frenado la degradación del ecosistema de los Everglades.
No es ningún secreto que los Everglades cuentan con una impresionante lista de habitantes de vida silvestre. Ningún animal es más sinónimo de los Everglades que el caimán americano. Estos gigantes pueden crecer más de cinco metros y vivir treinta y cinco años. El Parque Nacional Everglades es también el único lugar en el mundo donde los caimanes coexisten con los cocodrilos. De hecho, los Everglades son el único lugar de los Estados Unidos donde se pueden ver cocodrilos. Es la mezcla de agua dulce del lago Okeechobee y agua salada del océano lo que hace posible esta existencia dual.
