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Se podría trazar una línea recta desde el Capitolio, bajando por el Explanada Nacional hasta el Monumento a Washington y luego hasta el Monumento a Lincoln. El presidente Howard Taft, un masón, dedicó fondos para el Monumento a Lincoln en 1911. La construcción comenzó en 1914 y se completó en 1922, durante la presidencia de Warren G. Harding, otro masón.