Sellos emitidos: 1849-ACTUALIDAD
Tierra de los antiguos belgas, a quienes Julio César creía que eran “la tribu más valiente de toda la Galia”, Bélgica (como parte de las Tierras Bajas que incluían los Países Bajos y Luxemburgo) estuvo controlada durante 1.800 años por una sucesión de potencias extranjeras ansiosas para cosechar su riqueza. El área fue reconocida por su intercambio comercial internacional desde el siglo XV hasta el siglo XVIII gracias a su fácil acceso al mar y su poderosa clase de comerciantes. Bélgica es una tierra de herencia dividida (los flamencos protestantes de habla holandesa y los valones católicos de habla francesa) como resultado de su geografía y este control fluctuante. Después de años de anexión española y austriaca, Napoleón la incorporó a Francia en 1794 [1797]. Eso duró poco. Después de las Guerras Napoleónicas, la región fue cedida a los Países Bajos en virtud del Tratado de París (1815). En 1830, Bélgica se rebeló y se declaró un estado independiente y "perpetuamente neutral" en 1838. Se estableció una monarquía constitucional con Leopoldo I (tío de la reina Victoria de Gran Bretaña) en el trono (1831-1865), seguido por su hijo, Leopoldo. II. Durante el reinado del hijo, Bélgica colonizaría el Congo y Leopoldo II adornaría los sellos postales belgas en dos continentes.