"Soy un verdadero histrión. Amo a la audiencia. Trabajo mejor con una audiencia. Estoy muerto, de hecho, sin una".
-Lucille Ball
Aunque comenzó su carrera como actriz tratando de triunfar como una bomba rubia al estilo de Marilyn Monroe, Ball descubrió un éxito mucho mayor como su peculiar personaje pelirrojo. Al ingresar a un territorio en gran parte desconocido para las artistas femeninas, siguió el ejemplo de comediantes masculinos como Buster Keaton y Charlie Chaplain. Sus rutinas silenciosas inspiraron las inolvidables expresiones faciales tontas y la comedia física de Lucy.