"Siempre me encantó correr, era algo que podías hacer solo y con tu propio poder. Podías ir en cualquier dirección, rápido o lento como quisieras, luchando contra el viento si te apetecía, buscando nuevas vistas solo en el fuerza de tus pies y el coraje de tus pulmones."
—Medallista de oro olímpico Jesse Owens
Considerado por muchos como el atleta olímpico estadounidense más importante del siglo XX, los notables logros de Jesse Owens en los Juegos Olímpicos de Verano de 1936 en Berlín, Alemania, presagiaron el eventual triunfo de los Aliados sobre las Potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial. Aunque frágil y enfermizo cuando era niño, Owens se convirtió en un corredor fuerte, ganando títulos nacionales de secundaria en tres eventos. Perseguido por docenas de universidades, eligió ir a la Universidad Estatal de Ohio, donde se abrió paso en la escuela. Tras un tremendo éxito en los Big Ten Championships de 1935, incluido el establecimiento de tres récords mundiales en eventos de atletismo, Owens comenzó los preparativos para los Juegos Olímpicos de 1936.
En los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín, Owens sorprendió al mundo al capturar cuatro medallas de oro en atletismo (eventos de 100 metros, 200 metros, salto de longitud y relevos de 4x100 metros). Owens se convirtió en el primer atleta estadounidense de atletismo en obtener cuatro medallas de oro en unos Juegos Olímpicos. No fue hasta 1984, casi cincuenta años después, que otro atleta estadounidense de pista y campo, Carl Lewis, igualaría el récord de Owens.
