En 1927, Frances Willis (1899-1983) ingresó al Servicio Exterior, iniciando una carrera histórica. Durante su tiempo como secretaria en la legación estadounidense en Estocolmo en 1934, Frances asumió las responsabilidades del ministro en su ausencia. Francis se convirtió en la primera mujer estadounidense en servir como jefa de misiones en el extranjero. Rápidamente ascendió de rango para convertirse en embajadora, sirviendo en lugares de todo el mundo y en las Naciones Unidas. Fue una extraordinaria diplomática que permaneció activa incluso en su retiro. El Servicio Postal de EE. UU. la honró como una de las cinco diplomáticas pioneras en la serie Distinguished American Diplomats.
