Los primeros años de vida de Mahalia Jackson (1911-1972) consistieron en muchas pruebas y tribulaciones. Su madre murió cuando ella aún era una niña y, como resultado de las dificultades económicas de su familia, Jackson ni siquiera completó su educación primaria. A pesar de estas dificultades, Jackson creció para tener una carrera muy exitosa en la industria de la música. Gran parte de su éxito provino del hecho de que combinó sonidos de jazz y blues con música góspel más tradicional para lograr un sonido que atrajera a audiencias más seculares. Además de su carrera musical, Jackson también estuvo muy involucrada en el trabajo humanitario y el movimiento de derechos civiles, lo que le dio la oportunidad de cantar antes del discurso "Tengo un sueño" de Martin Luther King. En 1972, Mahalia Jackson ganó un Grammy póstumo por su trayectoria en honor a sus contribuciones a la música estadounidense.
Mujeres en las Artes Escénicas