Otto Praeger fue una persona incansable que se dedicó por completo a la expansión del Departamento de Correos. Praeger fue la fuerza impulsora central detrás del Servicio de Correo Aéreo. Su contabilidad creativa y su incansable cabildeo lo financiaron, sus políticas lo gobernaron y su despiadada política de expansión lo legitimó a los ojos de los políticos que lo vigilaban.
Praeger, sin embargo, fue un problema constante para los pilotos de base. Sus políticas laborales requerían que los pilotos volaran en condiciones peligrosas o serían despedidos. Quería confiabilidad y altas estadísticas de entrega. Quería esto tan desesperadamente que sus políticas tenían poca consideración por la seguridad de sus pilotos. Si un piloto se negara a volar, sin importar el clima o el equipo defectuoso, perdería su trabajo en el acto.
Bajo Praeger y sus políticas, el Servicio de Correo Aéreo no hizo más que expandirse. Praeger creía en el correo aéreo y estaba dispuesto a aceptar las pérdidas drásticas en las que incurría; creía que una vez que todo estuviera en funcionamiento, sería un medio práctico y viable para transportar el correo.