Además de distribuir los “cupones” de los paquetes navideños, la Cruz Roja también asumió algunas de las responsabilidades de trabajar directamente con los clientes postales. Los voluntarios repartieron el empaque estandarizado (limitado a solo 9 por 4 por 3 pulgadas) y realizaron inspecciones para verificar si había artículos prohibidos y asegurarse de que el paquete no excediera el límite de peso de 3 libras.

Cortesía de los Archivos Nacionales
Abajo: voluntarios uniformados de la Cruz Roja inspeccionan el contenido, pesan y sellan los paquetes.