Carlos Pedroso

Lugares Perdidos y Lejanos

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Carlos Pedroso

Cuando era un niño que crecía en Miami, la imaginación de Carlos Pedroso estaba llena de visiones confusas de la vida en La Habana antes de 1959, el año en que sus padres, Jorge y Lourdes Pedroso, huyeron de Cuba para escapar del régimen revolucionario de Fidel Castro. Carlos visualizó la impresionante arquitectura de la República, la bella literatura y el arte, el banco de su abuelo, escenas culturales entrelazadas con opulencia. . . y la colección de estampillas de su padre, abandonada apresuradamente junto con todas las demás posesiones cuando la familia salió de Cuba. Un día Carlos aprendió que las estampillas son mágicas porque te pueden llevar a lugares perdidos o lejanos.

La familia Pedroso se reagrupó en Miami y construyó otra vida segura. Y Jorge Pedroso comenzó nuevamente a coleccionar estampillas, decidido a armar una serie completa de emisiones precastristas. Por invitación de su padre, Carlos abrazó el proyecto. Fue entonces cuando descubrió una ventana única a la Cuba precomunista: el mundo que ahora existe solo en los recuerdos. A través de las estampillas, su hogar ancestral se volvió accesible y la vida de sus padres en la Cuba precastrista se enfocó más para él. Un regalo sorprendente, dice Carlos, es que las estampillas “ayudaron a formar un vínculo más fuerte entre mi padre y yo”. Carlos visitará por primera vez su patria ancestral cuando la libertad vuelva a gobernar Cuba.

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Favorito: estampilla invertido Bartolomé Masó de 1 centavo, Cuba, 1910