Más que Esclavitud
De forma indirecta, la historia tal como se enseña en Jamaica llevó a Tanika Williams a coleccionar las estampillas de África. “En Jamaica, todo lo que aprendí de mi herencia fue la esclavitud y las plantaciones de azúcar”, recuerda el inmigrante de 31 años. “Sabía que estaba sesgado. Sabía que debía haber algo más que esclavitud”. Pero su educación la defraudó. Se habría graduado de la escuela secundaria pensando que África tiene solo seis países, todos devastados por los traficantes de esclavos británicos.
Cuando era niña y crecía en Jamaica, Tanika guardaba estampillas, "las bonitas" que le llamaban la atención, pero "solo las tiraba en un cajón". La inmigración a los Estados Unidos y nuevos amigos coleccionistas de sellos reorientaron y enfocaron su coleccionismo. Buscando siempre llenar el vacío dejado por su educación, primero coleccionó las estampillas de Jamaica pero luego se volcó hacia África. “Los sellos de África me abrieron los ojos a mi propia historia. Es asombroso. En ellos veo mi color, mi gente, el paisaje, la diversidad.”
Como aprendiz de por vida, Tanika encuentra información importante en los sellos. Al estudiar su colección, por ejemplo, observó que las estampillas de África ilustran el paso de la colonización a la independencia, lo que brinda más información sobre su pasado. “Me di cuenta de que las primeras estampillas siempre representaban a los monarcas”, dice, “pero las estampillas modernas muestran la diversidad cultural y geográfica del continente”. Además de la historia, Tanika ama a los animales y busca lecciones de vida en los de África. "Los elefantes, aunque son los más poderosos", ha observado, "no abusan del poder".
Ahora, como miembro activa del club de sellos, Tanika le da crédito a los sellos por haber respondido muchas preguntas inquietantes. “Los sellos me ofrecen”, sonríe, “una forma informal de aprender. Estoy viviendo una vida con mis sellos que no podría vivir sin ellos”.
Favorito: Sello Elefante de 50 centavos, Liberia, 1976