Después de un trágico incendio que resultó en la muerte de los tres astronautas del Apolo I en la plataforma de lanzamiento durante una prueba previa al vuelo a principios de 1967, la NASA realizó una serie de vuelos Apolo no tripulados para probar nuevos equipos y el nuevo cohete Saturno V. El Saturn V llevó a la primera tripulación de tres personas al espacio con la misión Apolo 7.
La misión Apolo 8 probó todos los preparativos de la NASA al viajar a la Luna y regresar. Cuando el Apolo 8 dio la vuelta a la Luna en la víspera de Navidad de 1968, los astronautas a bordo leyeron las primeras diez líneas del Libro del Génesis a una enorme audiencia televisiva mundial. Las palabras de estos hombres que volaban a cientos de miles de millas de su hogar tuvieron un tremendo impacto emocional en las audiencias de todo el mundo.
El director general de correos W. Marvin Watson, inspirado por el éxito del Apolo 8, apoyó la idea de producir un sello que conmemorara el viaje. El Departamento de Correos seleccionó la fotografía en color de la NASA 68-HC-870 para el diseño del sello de 6 centavos. Esta imagen, que fue tomada en la misión mientras los hombres estaban aproximadamente a 240,000 millas de la Tierra, muestra la superficie de la luna con la Tierra en la distancia. El sello presentaba las palabras "En el principio Dios...", las primeras palabras del Génesis que habían leído los astronautas.
Originalmente, los diseñadores de sellos consideraron usar la frase “Y vio Dios que era bueno”, pero la quitaron por temor a ofender a los grupos religiosos. Irónicamente, la eliminación de estas palabras enfureció a algunos, incluido el reverendo Carl McIntire, un predicador radiofónico fundamentalista. Creía que las palabras “En el principio Dios…” habían sido eliminadas del sello y convenció a sus seguidores para que escribieran a la Casa Blanca pidiendo que se volvieran a agregar las palabras. Después de innumerables cartas, los diseñadores decidieron colocar las palabras "En el principio Dios..." en el diseño final del sello. Los abogados del Departamento de Correos temían que se produjera una batalla legal. Sin embargo, nada se desarrolló y el sello se emitió el 5 de mayo de 1969.